Prayersdeep es el último asentamiento del mundo. Al pie de la montaña, tallado a partir de piedra y recuerdos; donde el río alimenta un muelle pesquero — siempre lleno —, huertos de bambú y vegetales — meticulosamente cuidados — y cuevas repletas de vida — y de gente. El espacio es un recurso precioso, y también lo es la confianza; las familias viven — y duermen — hombro con hombro; todos los recursos son compartidos sin pensarlo; y cada semilla plantada es una ofrenda en gratitud al dios que protegió a los Primeros Cien, dando vida a Prayersdeep. Aquí, la supervivencia no es una competencia: es un rezo comunal expresado en trabajo, paciencia y resiliencia.

Aunque cada centímetro cuadrado es cuidadosamente utilizado, hay un claro — completamente vacío — que mantiene una separación de varios metros con el Bosque. El Bosque Prohibido. Tupido, infinito, oscuro, silencioso y... vivo. Vivo de maneras que no pueden ser nombradas. Nadie que entra en Él regresa. Su espacio no puede ser usurpado, Sus árboles no pueden ser robados. Cada habitación, cada huerto, cada construcción es levantada con el pesado conocimiento de que el espacio que se utiliza no podrá ser recuperado. Los festivales son pocos pero sagrados, honrando la supervivencia del asentamiento con comidas compartidas, canciones y los rituales que El Consejo ha preservado por siglos.

Aquí, cada rostro es conocido, cada herramienta es cuidada, y cada día es una oración escrita en sudor, tierra y comunidad.